El Método Olímpico: Implementa la Disciplina de un Atleta en tus Estudios
- Edward Adame
- 26 jul 2024
- 2 Min. de lectura

Cada cuatro años, el mundo entero observa con asombro los Juegos Olímpicos. Sin embargo, lo que no vemos son las mañanas frías y oscuras, las horas interminables de entrenamiento. No es la mera motivación lo que impulsa a estos atletas a levantarse cada día, sino una fuerza mucho más profunda: la determinación.
Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo, una vez dijo:
“He entrenado durante cuatro años para correr solo nueve segundos”.
De manera similar, tú, que quizás este año te enfrentas a una prueba crucial, podrías decir que toda tu vida te ha llevado a este momento. Once años de esfuerzo se resumen en ocho horas de examen.
Andrew Tate, cuatro veces campeón mundial de kickboxing, decía:
“Entrené durante 12 años, 5 horas al día, 6 días a la semana, y probablemente solo el 25% de las veces lo hice porque me sentía motivado; el otro 75% porque tenía que hacerlo”.
Debes abandonar la idea de que siempre debes disfrutar lo que haces. Debes adoptar un nuevo credo: simplemente hazlo. Aquí te explico cómo usar el Método Olímpico y cómo implementar la disciplina de un atleta en tus estudios.
Asignar Tiempos:
Jakob Ingebrigtsen, campeón olímpico de los 1500 m, decía:
“El entrenamiento lo tengo planeado día a día, mes a mes, dejando ningún día al azar”.
Dedica tiempos específicos del día a cada tarea, creando un horario diario o semanal. Así como los atletas tienen su plan de entrenamiento planeado con meses de antelación.
Empieza Poco a Poco:
Introduce un hábito a la vez. Si deseas estudiar más, comienza por dedicar 15 minutos diarios al estudio y aumenta gradualmente. La constancia en pequeños esfuerzos conduce a grandes logros. No puedes empezar a correr una maratón si no puedes correr media maratón. Estos exámenes son más que una prueba de conocimientos; son una prueba de resistencia. Pregúntate: ¿cuándo fue la última vez que estuviste más de ocho horas presentando un examen? Para muchos será la primera vez.
Consistencia:
Realiza la actividad en el mismo momento y lugar cada día para reforzar el hábito. Si un atleta se dirige al estadio es para entrenar, para nada más; ya tiene en su mente para qué es exactamente ese lugar. Igualmente, ten un lugar específico para estudiar y solo úsalo para estudiar, así que la próxima vez que te sientes allí ya sabrás a qué has venido.
Adoptando estos principios y estrategias, podrás cultivar la disciplina de un atleta olímpico. El cerebro es como un músculo: crece con el entrenamiento y se desarrolla con la práctica constante. Aunque sus cambios no son visibles a simple vista, su fortalecimiento es real y palpable. La clave está en la determinación inquebrantable, en la capacidad de seguir adelante incluso cuando la motivación se ha desvanecido. Solo así alcanzarás la excelencia que persigues, tal como lo hacen los grandes atletas del mundo.
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