¿Te Auto-Saboteas al Estudiar?
- Edward Adame
- 5 sept 2024
- 5 Min. de lectura

El auto-sabotaje es un mecanismo de defensa psicológico en el que una persona crea o elige obstáculos para su propio éxito, con el fin de proteger su autoestima en caso de fracaso. Esto nos da una excusa preconstruida: "No di mi máximo porque no me preparé", "Perdí porque dejé que el otro tuviera ventaja", "No lo intenté con todas mis fuerzas porque sabía que no podía ganar". Esta narrativa ofrece un refugio cómodo donde, en lugar de enfrentar el miedo al fracaso o a no ser lo suficientemente buenos, preferimos aferrarnos a la historia de "lo que podría haber sido".
Ejemplos Reales de Auto-Sabotaje
Atletas que se "lesionan" antes de una competencia clave:
Imagina a un corredor que ha entrenado durante meses para una maratón. En la semana previa al evento, comienza a mencionar una leve molestia en la rodilla. A medida que se acerca el día de la carrera, la molestia "empeora" y su rendimiento decae. Al final, si no gana, tiene una excusa: la rodilla. Pero si gana, se convierte en un héroe que triunfó a pesar del dolor. Este es un ejemplo claro de auto-sabotaje. Es menos doloroso para el ego perder debido a una lesión que por falta de habilidad.
Estudiantes que procrastinan antes de un examen importante:
Un estudiante sabe que tiene un examen crucial que podría definir su futuro académico. Sin embargo, en lugar de prepararse con tiempo, pasa la semana anterior viendo series, navegando en redes sociales, o dedicándose a actividades menos relevantes. La noche antes del examen, se da cuenta de que apenas ha estudiado. El resultado, independientemente de si aprueba o no, viene con la narrativa de "imaginad si hubiera estudiado más". Aquí, el temor no es solo al fracaso, sino también al hecho de dar lo mejor de sí mismo y aún así no lograrlo.
Miedo a liderar y a la responsabilidad:
En un grupo que necesita designar a un líder para un proyecto crítico, alguien con la capacidad de liderar elige no tomar ese papel. En lugar de liderar activamente, permite que otros se encarguen de las decisiones difíciles o se muestra desinteresado. Así, si las cosas no salen como se esperaba, tiene a quién culpar; pero si el resultado es positivo, aún puede reclamar una parte del éxito.
Este comportamiento es característico de quienes tienen miedo de asumir el liderazgo y las responsabilidades que conlleva. Prefieren mantenerse a un lado para no enfrentarse al riesgo de ser percibidos como incapaces o incompetentes, evitando el rol protagónico y el riesgo de un fracaso evidente.
¿Por Qué Nos Auto-Saboteamos?
El auto-sabotaje es una estrategia de protección del ego, un mecanismo de defensa que surge principalmente del miedo al fracaso y, a veces, del miedo al éxito. Desde el punto de vista psicológico, este comportamiento es un método para mantener el concepto de uno mismo intacto. Según el psicólogo Edward E. Jones, quien introdujo el término auto-sabotaje en 1978, esta conducta busca mantener la autoestima a salvo en situaciones donde el rendimiento es evaluado. Cuando una persona enfrenta situaciones en las que su autoestima está en juego, prefiere crear circunstancias que, en caso de fracaso, no se atribuyan a una falta de capacidad intrínseca.
Este fenómeno está relacionado con la teoría de la atribución en psicología, propuesta por el psicólogo Fritz Heider, que sugiere que tendemos a atribuir nuestros éxitos a factores internos (como la habilidad) y nuestros fracasos a factores externos (como la mala suerte o la falta de tiempo). Por ejemplo, un estudiante que obtiene una buena calificación en un examen podría atribuir su éxito a su inteligencia o esfuerzo (factores internos), mientras que si obtiene una mala calificación podría culpar al profesor por hacer preguntas demasiado difíciles o a la falta de tiempo para estudiar debido a otras obligaciones (factores externos). Este tipo de atribuciones nos resguarda de enfrentar la inquietante posibilidad de que, en realidad, no seamos tan buenos como creemos.
Cómo Superar el Auto-Sabotaje
Reconoce y acepta tu miedo:
El primer paso para superar cualquier tipo de auto-sabotaje es reconocer que tienes miedo. A veces, lo más valiente que podemos hacer es admitir ante nosotros mismos: "Tengo miedo. Miedo de fallar, miedo de ser juzgado, miedo de no ser lo suficientemente bueno." Al aceptar este miedo, no como una debilidad sino como un desafío, podemos empezar a desmantelar las barreras que nos impiden avanzar.
Comprométete con la preparación total, aunque no te sientas listo:
Debes empezar aunque no te sientas listo, porque nunca estarás completamente listo. No necesitas saberlo todo para empezar. El auto-sabotaje a menudo se presenta como la espera del "momento perfecto" o la sensación de "no estar preparado". Pero la verdad es que el "momento perfecto" no existe, y esperar a sentirte listo es una ilusión que solo prolonga el estancamiento. Debes lanzarte, dar el primer paso, y aprender en el camino. Comprométete a prepararte lo mejor que puedas con lo que tienes ahora. Deja de permitirte el lujo de la excusa. Si eres un estudiante, empieza a estudiar hoy, aunque creas que ya es tarde. Si eres un atleta, entrena hoy, aunque no te sientas motivado. La clave está en la acción, en el movimiento constante hacia adelante, en mejorar un poco cada día. Con cada paso que das, te haces más fuerte, más capaz y más listo.
Rompe la Inercia con "Microacciones"
Una de las formas más comunes de auto-sabotaje es la parálisis por análisis. Esta ocurre cuando se sobrepiensa cada detalle y cada pequeño paso hasta quedar paralizado. En lugar de actuar, se queda atrapado en un ciclo interminable de planificación, esperando el "momento perfecto". Este exceso de análisis es un reflejo del miedo a no hacerlo bien desde el principio.
El creador de contenido Mr. Beast lo expresó claramente:
muchas personas planean su primer video durante meses y nunca lo publican porque están atrapados en la parálisis por análisis.
Sugiere dejar de pensar tanto y simplemente empezar, porque los primeros intentos no serán perfectos y probablemente no tengan éxito inmediato. Lo mismo ocurre con el estudio. No esperes a tener todo perfectamente organizado; comienza con lo que tienes a tu alcance. Si no sabes por dónde empezar, abre tu libro, toma un cuaderno y empieza con algo pequeño.
En el estudio, esto es especialmente frecuente en materias como matemáticas, donde muchos estudiantes creen que no pueden avanzar porque "no entendieron las bases". Este pensamiento los paraliza, refugiándose en la excusa de que no entenderán lo nuevo porque no captaron lo anterior. Pero esta es solo otra forma de esperar una perfección que no existe.
Las microacciones son clave para romper la inercia. Si te sientes abrumado, comienza con una tarea pequeña: lee una página, subraya algunos puntos clave, o haz un breve resumen. Estas pequeñas acciones rompen el ciclo de sobrepensar y generan impulso. Cada microacción reduce el miedo y aumenta la confianza, creando un ciclo positivo de avance y mejora. Recuerda que el movimiento genera motivación; cuanto más haces, más fácil es continuar.
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